Izaronius

Euzkotarren Aberria Euzkadi da

lunes, noviembre 28, 2005

Abrirnos a la participación



Trabajar por un proyecto de Euskadi, este es el tema, en estos momentos la sociedad vasca y seguramente sus partidos están mirando con cierta prudencia todo lo que aparentemente esta pasando, pero muchos tenemos un reten que nos impide sonreír, esperamos que alguien nos de una satisfacción que no sea otro espejismo como el que vivimos en Lizarra. El momento no es el mismo, no cabe duda , además el concepto y lo que seguramente estamos dispuestos a arriesgar es menos o si es mas, es con muchísimas cautelas. Lo decía Patxi Zabaleta, "cualquier compensación por el fin de la violencia estaría envenenado". Compartiendo la frase, debemos de desbrozar el camino del entendimiento, tenemos las razones y como en la vida comercial debemos de buscar los argumentos para que otros se decidan por nuestra opción. La política es muy compleja, en ella debemos contentar para que todos salgan victoriosos si queremos el consenso, este puede que sea uno de los nudos fundamentales en el próximo futuro político. El pueblo vasco, políticamente dividido en tres entidades políticas y separado por dos estados europeos, tiene su innato el derecho de autodeterminarse, pero la separación de sus territorios, hace que debamos de conjugar el derecho con la territorialidad que afecta a la forma de poner en movimiento el acto de la consulta. Para mi esto es una dificultad añadida a la de otros pueblos que han ejercido su derecho. Si sumamos el que los representantes políticos no tiene definido cual seria la forma de autodeterminarse, esto lo complica a la máxima potencia.
Existe una solución política, esta es la de sumar la representación popular electa a las diferentes formas de participación que nos podemos dar, esto, para realizar lo que en el parlamento no se supo hacer. En esa sede participaron diferentes elementos sociales, pero en el futuro proyecto deberemos complementarlo con los diferentes foros participativos abiertos que desde la sociedad se establezcan para opinar y enmendar un texto que busque un consenso superior. Nadie negara la posibilidad de obtener un consenso con la disposición de los representantes que ahora forman la cámara vasca. Pero un proyecto de esta magnitud, no solo necesita los votos de un solo parlamento, necesita la implicación y la presión de esta misma sociedad y de las diferentes instituciones legislativas que forman los territorios a autodeterminar.
Desde diferentes lugares, aparentemente progresistas y abertzales se suele acusar a las fuerzas que tienen y han mantenido la responsabilidad de gobernar, de esa habitual y alegre acusación de compincharse con el estado para obtener beneficios particulares. Estamos convencidos de que el inicio del camino de este proyecto, arrancara con la negociación para que los acusadores puedan justificar el movimiento de sus fichas en el tablero de nuestra Euskadi. Aquí es donde comparto el criterio con Zabaleta, dependiendo del tipo de negociación, esta puede dinamitar el proyecto conjunto por unos previos egoístas de los que siempre han acusado a los demás de ser lo que ellos querían que fuesen para justificarse. Lo que tampoco puedo negar es que los pendientes con el estado, deberán ser negociados, pero por todos y con su representación legitima, con un solo fin básico; todo el que se beneficie por deseo del pueblo vasco se lo debe al pueblo vasco, por lo que el que acepte este mus, deberá tener claro que el juego se lo damos todos los vascos, a los que no se les podrá ni defraudar ni traicionar. Y los demás deberán de aceptar que esta solución la dimos todos por un pretendido fin superior. Sin olvidarnos de las opciones que no acepten los previos, será legitimo, se quedaran fuera del consenso por decisión legitima y democrática.
Representación legitima, con un solo fin básico; Todo el que se beneficie por deseo del pueblo vasco se lo debe al pueblo vasco, el que acepte este mus, deberá tener claro que el juego se lo damos todos los vascos, a los que no se les podrá ni defraudar ni traicionar. Y los demás deberán de aceptar que esta solución la dimos todos por un pretendido fin superior. Sin olvidarnos de las opciones que no acepten los previos, será legitimo, se quedaran fuera del consenso por decisión legitima y democrática.
Pero que los del estado tengan claro, el consenso no es obligatorio con las fuerzas políticas, el consenso es necesario con los ciudadanos en su libre determinación, haciendo uso de su libertad individual en el proceso de la toma de su decisión, de esta manera faculta la libertad de la sociedad. Por mucho que queramos ponderar el individuo, este esta en el conjunto de la sociedad con la que vive y se desarrolla, el fin supremo es garantizar el espacio individual de decisión que siempre reforzara lo colectivo, lo social, el pueblo, la Nación que si somos y que solo somos.

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